Bladimir Ramos
Universidad Autónoma de Santo Domingo
bladimirrb9@gmail.comUniversidad Autónoma de Santo Domingo
Resumen
Este
ensayo busca dar a conocer cuáles condiciones deben darse para que una acción
pueda considerarse satisfecha en términos pragmáticos. Para adentrarme en el
análisis de la teoría de la acción parto de la concepción del lingüista Teun van Dijk. De esa manera
cumplo con la intención primaria de este trabajo que consistió en sentar las
bases en el afán de dejar por entendido que en los géneros literarios como el
cuentoy la novela, por poner un ejemplo, debe primar como aspecto componencial
el uso de las acciones porque son estas las que hacen posible la compresión
óptima de los actos de habla presentes en los textos y además porquees a través
del análisis secuencial de las acciones que encierran los discursos que los
actos de habla adquieren dimensiones que se contrastan con la realidad tanto
virtual como real y esa posibilidad de análisis proporciona la condición
necesaria que se requiere para entender en semántica el discurso que se
desarrolla mediante las acciones; como en el caso de los cuentosliterarios, las
novelas; las crónicas, y las narraciones deportivas, etc.
Abstract
This essay seeks to reveal the
conditions that must be met so that an action can be considered satisfied in
pragmatic terms. To get into the analysis of the theory of the birth action of
the conception of the linguist Teun van Dijk. In this way I comply with the
primary intention of this work that consisted in laying the foundations in the
desire to understand that in literary genres such as the story and the novel,
to give an example, the use of actions because these are the ones that make
possible the optimal compression of the speech acts present in the texts and
also because it is through the sequential analysis of the actions contained in
the discourses that speech acts acquire dimensions that are in contrast with
reality. virtual as real and that possibility of analysis provides the
necessary condition that is required to understand in semantics the discourse
that develops through actions; as in the case of literary stories, novels; the
chronicles, and sports narratives, etc.
Keywords:Event,
action, referent, speech acts, mental acts.
Me
interesé en tratar el tema de las acciones, porque son estas las que hacen posible el entendimiento óptimo de los actos de
habla presentes en los textos. Es a través del análisis secuencial de las
acciones que encierran los textos que los actos de habla adquieren dimensiones
que se contrastan con la realidad tanto virtual como real y esa posibilidad de
análisis proporciona la condición necesaria que se requiere para entender en
semántica el discurso, específicamente de acción, o sea, el discurso en el que
las acciones son descritas y en cierto término enumeradas. Los cuentos, las novelas,
así como también las crónicas, y las narraciones deportivas, son un ejemplo
vivo de ello.
De
modo, que de entrada tenemos, superficialmente, la consideración de Van Dijk
(1980) que reza que UNA ACCIÓN ES UN SUCESO OCASIONADO POR UN SER HUMANO. Así,
tenemos que un suceso estará vinculado básicamente a un cambio. Este cambio
puede ser visto, en palabras de Teun van Dijk como una relación entre, o una
operación sobre mundos posibles o estados de cosas. Más concretamente, un
cambio implica una DIFERENCIA entre estados del mundo o situaciones y requiere,
por tanto, una ordenación TEMPORAL de los mundos. ¿De qué manera podemos ilustrar
lo dicho?, para ello, recurriremos a una explicación magistral, presente en el
libro Texto y contexto de Van Dijk,
Intuitivamente, al menos un
conjunto de acciones implica sucesos. La acción de «abrir una puerta»
claramente «contiene» el suceso de «abrir», con un estado inicial en el que la
puerta está cerrada y un estado final en el que la puerta está abierta. En la ACCIÓN
de abrir una puerta, sin embargo, no hay otro suceso implicado, sino el
movimiento del brazo del que abre la puerta. Este es un suceso porque en un
estado inicial el brazo está en diferente posición que en estados
subsiguientes. Tal suceso puede, según la definición, causar el suceso de
abrir. Esto es si mover mi brazo, en esta ocasión, se precisa para que se abra
la puerta. El suceso de abrir puede haber sido causado también por otros
sucesos, por ejemplo, por un movimiento de aire (viento), pero intuitivamente
no decimos del viento que realiza una acción, o actos, cuando causa que una
puerta se abra. Las acciones se predican comúnmente sólo de SERES HUMANOS (y
quizás de animales). Van Dijk (1980:248-249).
La
explicación de las acciones y la aseveración de que estas constituyen sucesos,
nos permite corroborar la afirmación de que las acciones son propiamente de los
seres humanos en el contexto que las estamos tratando, que como sabemos, está relacionado
al lenguaje. De manera, que se les atribuye únicamente a los seres humanos y
quizás a otros animales, porque el efecto que estas puedan provocar permitiría
encontrar fuentes de primera clase al momento de hacer un análisis situacional
de en un texto determinado.
De
ahí, la explicación de que si alguien, en un estado inconsciente me moviera a
realizar una determinada actividad, las acciones y por supuestos, los actos de
habla que, de ello, se pueda extraer, estarán manipulados y no se podrán
considerar fidedignos, por eso, la consideración de Van Dijk, respecto a que si
alguien mueve mi brazo cuando estoy dormido, no decimos que yo he movido el
brazo o que yo he actuado, sino que algún otro lo ha hecho. Igualmente, si
alguien me empuja hacia una puerta y la puerta se abre entonces, no decimos
simplemente que abrí la puerta. Lo que claramente nos permite afirmar que en estas
situaciones no hubo acción.
Dice
el autor referido en este ensayo, que aparentemente, un movimiento de mi cuerpo
sólo no es una razón suficiente para llamarlo acción: debo estar DESPIERTO y
consciente y ENTERADO de lo que estoy haciendo. Las acciones o al menos
requieren ciertas precondiciones mentales. Estas condiciones mentales son de un
tipo muy específico. Puedo tropezar y caer contra una puerta, causando de este
modo que la puerta se abra. Aunque estoy despierto y aunque puedo estar
consciente de lo que estoy haciendo, o más bien de lo que sucede (a mi cuerpo y
a la puerta), no diríamos que realicé la acción de abrir la puerta. Uno de los
criterios parece ser aquí el de que yo no QUERÍA tropezar, ni quería que la
puerta se abriese cayendo sobre ella: no tenía INTENCIÓN de abrir la puerta en
absoluto.
Es
evidente, por lo planteado, que las acciones en gran medida, ayudan a
esclarecer las verdaderas intenciones encerradas en los actos de habla del
enunciado. Porque nos permiten entender las precondiciones mentales de los
seres humanos, y encamina a entender, lo dejado por dicho, y que se contrasta
con el contexto en todo acto de habla.
No de
manera superflua Van Dijk (1980: 251) dice que, si las intenciones son
acciones, es decir los llamados ACTOS MENTALES, requerirían a su vez
intenciones, y así hasta el infinito. Por eso, o las intenciones no son
acciones o no todas las acciones tienen que estar «causadas» por intenciones.
En tercer lugar, si las intenciones pueden ser «canceladas» por cosas como
decisiones, ¿qué otros sucesos deben postularse «entre» intenciones y
actividades?
De
modo que una acción podrá considerase que ha cumplido con lo propuesto, si lo
que provoca, se contrasta o va de acuerdo, con el propósito o la intención que
se tuvo en un principio antes de realizarla. Ya que en palabras de Van Dijk,
puesto que la ocurrencia de una consecuencia puede depender de condiciones o
sucesos que estén por encima de nuestro control, hay también una noción más
restringida de satisfactoriedad, como la de actividad pretendida.
Esto
nos remite a la consideración de que es a través del análisis secuencial de las
acciones que encierran los textos que los actos de habla adquieren dimensiones
que se contrastan con la realidad tanto virtual como real y esa posibilidad de
análisis proporciona la condición necesaria que se requiere para entender en
semántica el discurso, específicamente de acción, o sea, el discurso en el que
las acciones son descritas y en cierto término enumeradas.
Un caso particular que nos permite esclarecer nuestro
planteamiento acerca de que las acciones hacen posible el entendimiento
óptimo de los actos de habla presentes en los textos,
lo constituyen los cuentos literarios debido a que, con el conjunto de actos,
que dará una macroestructura semántica, o la intención final del cuento, es
decir, con la secuencia de los actos, o acciones, que forman un acto compuesto,
se logra el resultado planeado. Todas las acciones de los personajes en el
texto permiten identificar cuál ha sido la intención del autor con el conjunto
de acciones desarrollado por el personaje.
El autor presenta las acciones con el propósito de avanzar en la
secuencia narratológica del texto y que el cúmulo de acciones se entrelacen,
para al final del texto, y sin necesidad de más explicación, se consiga lo que
se quería antes de poner en marcha el conjunto de acciones desarrolladas por
los personajes en el texto. Así, el final del texto será determinado por cada
una de las acciones, y con ello, se alcanza un fin determinado.
Eso permite que los personajes no sean descriptos, sino que bajo
el referente que crean las acciones en el personaje, quien lee, se haga una
idea de quién es el personaje sin la necesidad de ser descripto por el autor
del texto. Esto es, en vez de decir que alguien es inteligente, el autor
desarrolla escena donde implique poner al personaje a ejecutar algunas acciones
que nos dirán el grado de inteligencia del personaje, con esto, claramente se
trabaja constantemente el aspecto inferencial en el lector, y además gracias a
las constantes polifonías y intertexualizaciones que el lector irá haciendo en
el trascurso de lectura, le permite impregnar una idea más amplia del mundo
virtual que le crea el texto leído. De esa manera, quien lee el texto literario
lo trasciende, lo vive y lo relaciona con situaciones reales y en otras
ocasiones, con otros textos literarios y no literarios.
Referencia
bibliográfica
Van Dijk, Teun A. 2000. El discurso como
interacción social. Barcelona, España: Editorial Gedisa.
Van Dijk, Teun A. 1980: La ciencia del
texto. Barcelona España: Editorial Paidos.