En
este trabajo pretendemos conocer y analizar la propuesta taxonómica del
discurso del maestro Gerardo Roa. Para la compresión del referido texto,
comenzamos con el objeto de estudio de la lingüística y con distintas
concepciones del discurso, dentro de este mismo apartado planteamos nuestra
consideración respecto a la distinción que hace el maestro Gerardo Roa con los
términos texto y discurso. Luego de limitar ese tema, procedemos a conocer la
categorización del discurso, para una vez tratado, pasar a conocer el enfoque
que hace Roa acerca de las seudoclasificaciones del discurso. Una vez
desglosadas las seudoclasificaciones de los textos, analizamos las clases y las
subclases textuales para concluir con la propuesta tipológica de los textos del
mencionado lingüista y luego pasar a realizar una valoración global del texto La taxonomía del discurso.
Abstract
In this work we intend to know and analyze the taxonomic proposal of the speech of the teacher Gerardo Roa. For the understanding of the referred text, we begin with the object of study of linguistics and with different conceptions of discourse, within this same section we raise our consideration regarding the distinction made by the teacher Gerardo Roa with the terms text and discourse. After limiting that issue, we proceed to know the categorization of the discourse, for once treated, we will go on to learn Roa's approach to the pseudo-classifications of discourse. Once the pseudo-classifications of the texts are broken down, we analyze the text classes and subclasses to conclude with the typological proposal of the texts of the aforementioned linguist and then go on to make a global assessment of the text Thetaxonomy of discourse.
Keywords:Text linguistics, discourse categorization, discourse
typology.
La
mayoría de los teóricos de la lingüística han colegido en que es un hecho que el
término discurso nace a raíz de la necesidad que tuvo el ser humano de pasar de
un enfoque lingüístico clásico enfrascado en lo estructuralista y
generativista, a un enfoque funcional, que no solo viera en las oraciones
categorías formales sueltas, y oraciones combinadas portadoras de informaciones
léxicas, fonológicas, y morfológicas.
Muy
pronto los estudiosos del lenguaje, se dieron cuenta de que la lengua desde su
utilización pragmática, y las implicaciones que surgen desde la semántica y la
sintaxis en un texto, suponía y encerraba mayores complejidades que el aspecto
puramente estructural de la lingüística. Así, García Molina (2014) sostiene
que, aspectos de la lengua en uso, tales como la anáfora, el sentido, la
isotopía, la cohesión, los implícitos, los sobreentendidos, la coherencia, la
sinergia sintáctica, la tematización, la intertextualidad, la
intertextalización, la polifonía y otras; solo puede abordarse desde un enfoque
discursivo.
En esa
tesitura, el cosmolingüista Gerardo Roa Ogando, en
su libro La taxonomía del discurso
sostiene que el objeto de estudio de la lingüística, ya no es la lengua como
afirmaba Saussure, sino que más bien es el discurso. Roa
(2016, p. 97) luego de revisar varias concepciones del término, lo concibe como
un proceso psíquico, social y lingüístico a través del cual los hablantes
elaboran y expresan textos.
Ese
cambio de perspectiva de no ver la lingüística aislada y divorciada de lo que
pueda crear el entramado componencial de la gramática, en cuanto a supuestos,
sobreentendidos y ocultaciones en los textos se refiere, es lo que motiva el
surgimiento del concepto discurso. Esta consideración que permite pasar de una
lingüística clásica sumergida en el enfoque oracional hacia una lingüística del
texto __que se da, a raíz de la combinaciones y convivencias de las
partes estructurales de la lengua__, es lo que da paso a que se
hable de discurso en todos los ámbitos del saber. De suerte, que se puede hablar del discurso
de la Biología, del discurso filosófico y así por el estilo.
Por
supuesto, hay que aclarar que la ciencia del texto,
variante de lingüística del texto, solo puede dedicarse a estudiar a
profundidad la naturaleza y composición de los distintos discursos que abarcan
áreas como la Sociología, por ejemplo, la Matemática, la Historia y demás, pero
con la única intención de dar a conocer que toda área del saber encierra un
determinado discurso. Es bueno apuntar que la lingüística del texto, solo trata
aspectos generales de las distintas ciencias y áreas que desarrollen un
discurso. De estudiar todo en su generalidad, tendríamos que hablar de una
ciencia que se presta a englobar y tratar todas las áreas del saber; cosa que
sería prácticamente imposible.
En ese sentido, Roa (2016, p. 98) afirma,
que al asumir el discurso como
proceso (característica que no lo reduce únicamente al texto) y como práctica
social, se comprende que el objeto de estudio de la lingüística del discurso
trasciende el análisis de un único y determinado texto. Más bien se encarga del
estudio de las secuencias de textos que conforman un discurso para, de ese
modo, alcanzar la compresión plena de su textura, en cuanto a significación,
sentido y referencia.
Desde esta tesitura, destacamos el interés del maestro Roa (2019,
p.101, 103) en sentar las diferencias entre texto y discurso, sosteniendo que
el texto es un producto contextual del discurso. Un macro acto de habla
intencionada, unitemático y contextualmente ordenado en un entramado de
unidades lingüísticas que resultan de los procesos de intercambios
comunicativos de los hablantes realizados en el seno de la sociedad.
Frente a esta postura del lingüista Roa, estimo que no es
necesario esforzase en busca de establecer las diferencias entre texto y
discurso porque al final, todo texto encierra un discurso.El
maestro García Molina (2014:49) sostiene al respecto, que es plausible el
esfuerzo que han hecho algunos investigadores del tema, en busca de encontrar
una diferencia certera entre texto y discurso, pero al relacionarnos con un
texto cualquiera, notamos que estamos tratando con discurso a la vez, porque no
hay texto sin contexto.
El
doctor García Molina prosigue, y nos invita a que quienes andamos en este mundo
del saber veamos los términos texto y discurso como una misma cosa. Invita a
que la Lingüística amplíe su campo de estudio, a que avance hacia el estudio
del discurso, y no se limite a ver la lengua como abstracción, sin relación con
el contexto. Considero que esta es una propuesta muy acertada de este loable
investigador de la lengua, porque con ello, se le hace honra al estudio de la
lengua desde un enfoque de la gramática del texto, pero con la intención
primaria de identificar los discursos encerrados en los textos.
El concepto de discurso se ha caracterizado a través de los años,
por el uso de diversas acepciones que intentan asentar una definición que
atienda a las cualidades esenciales del término. Esa enorme cantidad de
conceptualizaciones del vocablo, sin duda, ha corroborado con el vasto campo de
ambigüedades que caracteriza el concepto de discurso, por ejemplo, como explica
Bartolo, el discurso ha sido concebido desde un conjunto sígnico coherente,
hasta cualquier forma de comunicación o de expresión de información. Esas
maneras de ver el discurso más que dar luz, oscurecen los sederos luminosos del
término discurso, debido a que se dan definiciones del mismo que responden a
cualidades un tanto aisladas y olvidadizas del gran mundo teórico que supone un
término de esta envergadura.
Lo cierto es que este término se ha prestado a diferentes
connotaciones definitorias, pero en sentido general siempre,estará vinculado a
una especie de transmisión verbal o lingüística. La Lingüística, por ejemplo, y
unas que otras áreas de humanidades, entienden que el discurso se fundamenta en
una especie de trasmisión o comunicación en forma de lenguaje tanto oral como
escrito y más que eso, un medio de comunicación verbal manifestado a través de
diferentes tipos de textos. Incluso, según, el diccionario de la ABC, para
algunos teóricos del área como Michel Foucault, el término de discurso se
refiere a un sistema de ideas o de pensamientos: el discurso de un individuo se
corresponde con un contexto sociohistórico, con sus características personales,
con su permanencia social y geográfica, etcétera.
García
Molina (2014) considera que el discurso o texto se construye con signos
lingüísticos (morfemas, palabras, sintagma y oraciones), pero trasciende la
suma de esas unidades, porque con él y en él se construyen mundos virtuales. En
esta aclaración, vuelve el tema de lingüística del texto. De nada valdría
conocer e identificar aspectos de carácter fonológicos, y morfológicos de
manera aislada y sin más interés que importantizar el enfoque oracional en el
texto, lo que dejaría a un lado la trascendencia
del texto que se da cuando en base a lo leído, creamos mundos virtuales y a la
luz de ello, transformamos el mundo en algo mejor de lo que es.
Por
esa razón, apoyo encarnizadamente la sugerencia del maestro Bartolo respecto a
que quienes andamos en este mundo del saber, veamos los términos texto y
discurso como una misma cosa y que, además, la Lingüística amplíe su campo de
estudio, avanzando hacia el estudio del discurso, y no se limite a ver la
lengua como abstracción; sin relación con el contexto.
Otro
tema de connotada importancia para la compresión de la clasificación del
discurso lo constituye la categorización conceptual entendida por Roa (2016,
p.115) como un mecanismo de organización del discurso que en sí mismo es
variado y multiforme. Este mecanismo permite simplificar la infinitud de la
realidad de los textos a partir de dos procedimientos elementales y
complementarios: la generalización (o abstracción) y la discriminación.
De
modo, que es entendible que la categorización es lo que permite establecer las
similitudes y diferencias que encierran los discursos, o la manera en que estos
son enfocados, lo que claramente permite realizar una clasificación del
discurso. Dentro de cada texto o discurso, aunque estos pertenezcan a una misma
categoría, llámese narrativo, argumentativo y otros, existen discursos que
tienen características particulares, y esta condición es la que hace posible la
clasificación del discurso atendiendo a sus peculiaridades; desarrollándose con
ello la discriminación como una estrategia de categorización del discurso. Por
el contrario, cuando decimos que un discurso es descriptivo sin identificar la
subcategoría a la que pertenece dentro del discurso descriptivo; el poético,
por así decirlo, estamos generalizando.
En
ese mismo orden, la categorización en palabras de Roa (2016, p. 124) es un
proceso mental que permite relacionar las entidades textuales, basándose en sus
similitudes y en sus diferencias. Las abstracciones realizadas a una considerable
cantidad de texto, mueven a asumir una clasificación a partir de clases, tipos
y secuencias estratégicas funcionales.
Hemos
visto que la categorización es lo que permite establecer las similitudes y
diferencias que encierran el discurso, es decir, la compresión de la
clasificación del discurso. Pasemos al cuarto capítulo del libro que hemos
venido reseñando, “las seudoclasificaciones del discurso”. Este tema resulta de
mucha importancia debido a que tanto en el Nivel Secundario como en el Superior
existe una errada concepción en cuanto a la clasificación del discurso se
refiere. Así, el maestro Roa, menciona las clasificaciones más comunes que se
suelen hacer en el intento de clasificar los discursos o textos.
Por
ejemplo, la primera clasificación que encuentra es la del texto discursivo, a
lo que le refuta que no puede ser posible que un discurso se clasifique de esta
manera debido a que todo texto es estructura y producto de un proceso
discursivo ___recordemos el basamento de que texto y discurso deben
concebirse como una misma cosa __Respecto a esta errada
clasificación del discurso Roa (2016, p. 129) sostiene que el discurso si lo
vemos como el proceso por medio del cual los hablantes producen textos,
entonces no hay forma de que exista un solo texto que no sea discursivo. El
discurso no es parcial. No discrimina entre objetividad y subjetividad del
contenido lingüístico, lo que significa que, así como un texto científico es
discursivo, también los artísticos lo pueden ser.
Del
mismo modo, otras seudoclasificaciones del discurso, lo constituye clasificar
el discurso en texto o discurso informativo cuando se sabe que no existe un
texto que no encierre informaciones. Así también existe la clasificación en
texto expresivo, una clasificación superflua, que no precisa ninguna
diferenciación para que entre dentro de una clasificación discursiva debido a
que todo texto es expresivo, ningún texto puede darse sin expresividad. De
igual forma, está la clasificación de texto lingüístico, un craso error de los
manuales de lengua española, debido a que como se sabe no existe un texto que
no sea lingüístico, porque para ser un texto debe poseer un mensaje dentro de
sí como comunicación integral.
Pasemos
en lo inmediato a conocer las clases y las subclases textuales, planteadas en
el capítulo cinco por el maestro Roa. A la primera clase textual a la que se
refiere el mencionado autor, es a la textual científica o denotativa
sosteniendo que este tipo de discurso es el discurso del decir verdadero, aquel
que se apega a la verificación y comprobación y que está sujeta a ser refutada
en base a sus sustentaciones. Roa hace una distinción de esta clase de texto
entre prototípicos y periféricos, entendiendo que el prototípico es aquel tipo
de discurso que cumple con la rigurosidad de la ciencia. Y el discurso
periférico científico, es un tipo de discurso que, aunque es objetivo, no
cumple con toda la metodología científica que requiere un texto de ciencia.
De
igual modo, en este capítulo se menciona la clase textual artística: subjetiva
o connotativa. Este tipo de clasificación del discurso, responde a los textos
que pretenden impregnarle un rasgo distintivo a las creaciones discursivas
cargado de ficción que buscan en algunos casos, conmover o crear emociones
estéticas, atendiendo al condicionante subjetivo de quien digiera dicha
producción. Son textos meramente subjetivos que inventan mundos que en la
mayoría de veces están fuera de la realidad real o por lo menos no verificable
en el espacio de tiempo en que son creados. A consideración de Roa (2016, p.
151) existen al igual que en los textos científicos, textos artístico
prototípicos y periféricos, utilizando el criterio de clasificación de que una
producción literaria de carácter universal o clásica entra dentro de la clase
de discurso artístico prototípico y la periférica abarca aquellas creaciones
artísticas cuyo autor no sea conocido y reconocido dentro de la comunidad de
literatos de un determinado país.
En
el orden de la clasificación del discurso, el lingüista reseñado, habla de una
clase de texto académico. Esta clase de texto, encierra a todo discurso que se
use en la universidad para la formación de los discentes. Llámese exámenes,
guías, plenarias, ensayos, informes otros.
Ya
en el capítulo seis, Roa se refiere a los tipos de textos ontológica y
gnoseológicamente verificables, sosteniendo Roa (2016, p.166) que un tipo de
texto es una taxonomía inferior a una clase textual. Representa el tercer grado
categorial, y el último, de la estratificación del discurso.
Con
esta aclaración, podemos adentrarnos a conocer la propuesta de Roa. A su
consideración, existe el tipo de texto de opinión, que es donde el autor
expresa su postura respecto a un determinado tema, ejemplos de ello, lo
constituyen, los comentarios, los ensayos, los artículos etc. Además, está el
texto argumentativo, que es donde el autor se basa en unos supuestos que pueden
o no estar verificado para la sustentación de su tesis. Existe también el tipo
de texto descriptivo, que como bien sabemos utiliza recursos tales como la
prosopopeya, el retrato y la enumeración para su concretización. De igual
forma, está el tipo de texto narrativo, que como sostiene el autor reseñado es
el tipo de texto que se encarga de contar las etapas de un proceso.
En
resumen y a modo de conclusión, se sostiene que la clasificación que hace el
maestro Gerardo Roa, resulta de mucha importancia ya que la misma permite hacer
una clasificación del discurso atendiendo a su categorización, clasificación y
tipo de texto, sin que ello implique ambigüedades como se evidencia en la
clasificación sin criterio de especificación que utilizan algunos autores al
momento de clasificar el discurso. Roa desarrolla una clasificación del
discurso atendiendo a la categorización que amerita todo tipo de discurso, eso
supone que, dentro de cada textos o discursos, aunque estos pertenezcan a una
misma categoría, llámese narrativo, argumentativo y otros, dentro de estas
categorías discursivas existen discursos que tienen características
particulares, y esta condición es la que hace posible la clasificación del
discurso atendiendo a sus peculiaridades. Es un hecho, que esta propuesta de
clasificación discursiva, tratada en el libro La taxonomía del discurso constituye un gran aporte para la
Educación Dominicana, ya que el mismo arroja luz para derrumbar el errado
paradigma de clasificación de los textos en todo nuestro Sistema Educativo.
Roa,
Ogando, 2016, La taxonomía del discurso. Aspectos de la teoría lingüística.Santo Domingo,
R.D: Impresora Soto Castillo.
García, Molina, 2014, El discurso:
Categorías y Estrategias. Santo Domingo, R.D: Editorial Surco.