Lo que hoy compone el
territorio de la República Dominicana es poseedor de una sociedad que ha
desarrollado una cultura singular, que se diferencia ontológicamente de otras
culturas de la región, por ejemplo, en la herencia del español ha generado una variación
lingüística propia, ha gestado un acervo literario reconocido en la comunidad
hispanohablante. Además, otros tópicos culturales e intelectuales han crecido
en la sociedad dominica, pero que no son objeto de estudio en esta ocasión.
Dada estas condiciones,
mi reflexión va orientada a escudriñar la conciencia que nos hemos formado
sobre estos dos aspectos, y cuestiono: ¿Cuál ha sido el desarrollo de los
estudios lingüísticos y literarios en el país a fin de crear una sólida
formación al respecto?
La génesis de estos
estudios se remonta a Pedro Henríquez Ureña, eminente intelectual de Quisqueya.
En 1936 publica La cultura y las letras
coloniales en Santo Domingo y para 1949 pone en circulación El español en Santo Domingo,
constituyéndose los estudios de la variación dialectal dominicana más eximios
de la época y de referencia en la posteridad (Ureña, 1949). En lo tocante a la
crítica literaria hay que decir que fue una pluma sin igual. Matos Moquete
(2015) señala que fue un crítico precoz de una gran formación que buscaba lo
mejor de la literatura. En su Obra crítica (1960) se recogen una serie de
ensayos exponiendo crítica literaria no solo del país sino de la literatura
universal.
Si bien Pedro Henríquez
Ureña supuso un buen comienzo para los estudios lingüísticos – literarios, el
camino fue poco labrado por futuras generaciones. Nuevos retos en la década del
60 hizo que agudizara más la débil formación crítico-literaria del país. En una
nota de prensa publicada en el Hoy Digital de fecha 24 febrero del 2012 el
maestro Basilio Belliard sostiene que estos cambios (en la década del 60)
supusieron un giro en el mapa de la teoría literaria y una reconfiguración de
los métodos de análisis críticos. En la actualidad, y en esto concuerdan otros
maestros universitarios, se enfrenta una crisis de la crítica literaria.
A partir de ahí se
pueden señalar unas y otras investigaciones, tanto en lo lingüístico como en lo
literario, pero sin llegar a conformar una estructura y sistematización, pues,
no se llega a formar una escuela crítica. Es por ello que existen voces como la
de Néstor Rodríguez (2016) que piensa que la crítica literaria en el país es
inexistente y sostiene, además, que esa deficiencia es una de las causas por la
que la literatura dominica no trasciende en escenarios internacionales. Dos
problemas son señalados por este autor: 1) un lenguaje incomprensible por parte
de críticos, 2) el marcado aislamiento de la crítica nacional, es decir, se
hace para consumo interno. Desde mi visión este autor se anota en un extremo
donde no cuenta con el abanico de trabajos que se han realizado en el país,
aunque fallen en su sistematización, organización y sean investigaciones
aisladas.
Para poner un ejemplo
solo en la Revista de Estudios Hispánicos,
que se publica en Puerto Rico desde 1928, se han publicado 14 trabajos
relacionados con crítica de literatura dominicana. El primero de estos trabajos
aparece en 1979, hablamos de un periodo de 39 años a la fecha, es decir, un
promedio de dos años y siete meses entre una investigación y otra. Esto
sostiene mi hipótesis de que la crítica dominicana se realiza con una
frecuencia esporádica y anula postura como la de Néstor Rodríguez cuando habla
de ausencia.
Como ejemplo además,
cito el caso del italiano y profesor de la Universidad Autónoma de Santo
Domingo Giovanni Di Prieto. El mismo merece mención cuando se habla de crítica
dominicana. Se dedicó a conocer la novelística dominicana leyendo noveles y
avezados escritores, todo con el interés de dar a conocer lo mejor de la narrativa
dominicana. Su crítica excéntrica se distanció del amiguismo literario y de los
modelos autoexaltados del momento, esto hizo que sus críticas no fueran
acogidas por el sector criticado. Entre sus trabajos: Las mejores novelas dominicanas (1995) y Apuntes novelísticos dominicano (2013), se puede apreciar el estilo
devastador y de “crítica ácida” que emplea en algunos escritores dominicanos.
Otro crítico que se
distancia de los esquemas tradicionales para elaborar una crítica independiente
es José Carvajal, periodista y escritor impecable. Su formación, vasta
experiencia y su cualidad de “lector inquieto”, como se denomina, le ha dado un
lugar en la crítica dominicana. Su saeta la dirige directo al texto,
transparentando la persona que escribe. Esto le permite dejar a un lado los
sentimientos personales que sienta por un escritor y fijarse solo en el
producto escrito. Es un representante de la crítica responsable, aunque con
pluma dura.
En lingüística se
destacan: Celso Benavides, doctor en derecho y lingüística hispánica. Desempeñó
diferentes funciones en la Universidad autónoma de Santo Domingo, pero, sin
duda se destaca por las aportaciones que hizo a ésta en el campo de la
lingüística. Gracias a él se crea en la universidad estatal la maestría en
lingüística aplicada a la enseñanza del español. Diseñó para ella varias de las
asignaturas que todavía hoy en día se imparten. Fue maestro de ellas y asesor
hasta su muerte.
Los aportes de este
lingüista trascendieron a nivel nacional, en materia de educación fue un
colaborador y asesor de la Secretaría de Educación en temas de currículo y
enfoques lingüísticos. Fue un preocupado de la formación magisterial
dominicana, sobre todo en los aspectos lingüísticos. Desde Celso inicia la
lingüística teórica en República Dominica y con él se forma una generación de
lingüistas que mantienen vivo el estudio de la lengua, en la actualidad y
activo se destacan: Bartolo García, Geraldo Roa, Delkis Molina, Neustander
Espinosa, Carlisle González, Rossi Silvestre, Ingrid Moncluz, Generoso Polanco y
otros.
Sus escritos no fueron
abundantes, pero, sí importantes. Se puede citar: Introducción a la lingüística general, que se coloca como el
principal texto de América Hispánica. Otros de sus escritos son: Fundamentos de Historia de la Lengua
Española.
Orlando Alba. Se
distingue por ser un lingüista consagrado que ha hecho buenos aportes en este
campo. Entre sus estudios lingüístico está: Nuevos
aspectos del español en Santo Domingo (2000), Cómo hablamos los dominicanos (2004), La Identidad lingüística de los dominicanos (2009), Variación diacrónica del léxico disponible
dominicano (2013) así como otros estudios dedicado a la variación del
español en las Antillas.
Máx Jiménez Sabater,
profesor de la primada, realizó estudios doctorales en España. Su tesis versó
sobre el español en Santo Domingo, publicado luego como Más datos sobre el español en Santo Domingo. El título sugiere que
el trabajo de Sabater es una continuación del realizado por Pedro Henríquez Ureña
en su obra: El español en Santo Domingo.
La
intención de fondo es la actualización de los estudios de la lengua en el país,
pues, el estudio de Ureña llegaba a los 35 años de haberse publicado. “Estimo que resulta perentorio el estimular
las investigaciones sobre el habla de este rincón, del Caribe” (Jiménez
Sabater, 1999) anota el autor, para justificar su estudio y resaltar la
necesidad de las investigaciones lingüísticas en el país. Con este trabajo se
aportan datos extendidos y actualizados, con nuevo enfoque a lo que ya había
hecho Ureña.
Carliste Gonzáles, fue
un aventajado alumno de Celso Benavides, colaboró con este en el libro Introducción a la lingüística general. Goza
de gran prestigio entre las nuevas generaciones, Considerado por Roa Ogando
(2017) como el lingüista más importante de la lingüística formal. Entre sus
obras están Estudio
sobre el habla culta dominicana y Un
estudio de lexicosemántica: el español dominicano (2006).
En conclusión, puedo
decir que en la República Dominicana se han hecho buenos estudios de
lingüística y crítica literaria. Han surgido intelectuales aquí y allá que han
hecho investigaciones con gran calidad, sin embargo, reconozco que la
sistematicidad con que se ha investigado, entre otros factores, no han
permitido su desarrollo. Son múltiples los factores que inciden y que estorban
los estudios lingüísticos en el país, múltiples también los problemas que
imperan en la formación de críticos literarios de nuestra literatura. Sustento
que, a pesar de las voces que suenan, no existe un corpus organizado en el país
como escuelas de críticos, centro de investigaciones lingüísticas que se
encarguen, además de investigar en el campo, de formar nuevas generaciones.
Todo anota que el desarrollo de los estudios lingüístico – literario es
incipiente en nuestro país. Queda a las nuevas generaciones el reto de expandir
hasta su clímax las investigaciones lingüísticas – literarias desde una
estructura que permita la formación continua y su sistematicidad hasta alcanzar
su máximo desarrollo.
Bibliografía
Alba, O. (2000). Nuevos aspectos del español en Santo Domingo.
Brigham Young University.
Alba, O. (2004). Cómo hablamos los dominicanos. Brigham Young University.
Alba, O. (2009). La Identidad lingüística de los dominicanos.
Brigham Young University
Alba, O. (2013). Variación diacrónica del léxico disponible dominicano. Brigham
Young University
Benavides, C. (2013).
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Impresora.
González Tapia, C.
(1994). Estudio sobre el habla culta
dominicana, Santo Domingo, Universidad Autónoma de Santo Domingo.
González Tapia, C. (2006) Un estudio de lexicosemántica: el español dominicano. Santo Domingo: Editora Universitaria - UASD
González, C. y Benavides,
C. (1986) Introducción a la lingüística general.
Santo Domingo:
Editora Universitaria de la Universidad Autónoma de Santo Domingo,
Henríquez Ureña, P.
(1936). La cultura y las letras
coloniales en Santo Domingo. Santo Domingo: Red Ediciones
Henríquez Ureña, P.
(1940). El español en Santo Domingo. Buenos
Aires: Universidad de Buenos Aires.
Jiménez Sabater, M. (1984).
Más datos sobre el español de la
República Dominicana. Santo Domingo, Universidad Autónoma de Santo Domingo,
Prieto, G. (1996). Las mejores novelas dominicanas.
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Prieto, G. (2013). Apuntes novelísticos dominicano. San
Juan, P.R.: Unicornio
Roa Ogando, G. (2017) El
lenguaje como centro de interés de una lingüística compleja. Recuperado de: https://almomento.net/el-lenguaje-como-centro-de-interes-de-una-linguistica-compleja-2/