Bladimir Ramos

Consideraciones exegéticas acerca de la narrativa de Martín Paulino

Consideraciones exegéticas acerca de la narrativa de Martín Paulino

La narrativa de Martín Paulino de entrada muestra naturalidad y sencillez. Al leer este autor, un sentido de continuidad lectural nos ocupa. La trasparencia y la precisión narrativa de sus textos en conjunto con aspectos de la lengua en uso, tales como la anáfora, el sentido, la isotopía, la cohesión, los implícitos, los sobreentendidos, la coherencia, la sinergia sintáctica, la tematización, la intertextualidad, la polifonía y otras es lo que hace de la narrativa de Paulino un trabajo digno de ser destacado.




Sucede que la sencillez narratológica del autor que nos concita queda evidenciada en todo el entramado componencial de sus trabajos. Solo basta con leer un pequeño párrafo de los trabajos de Martín para notar la manera diáfana y transparente en que este autor nos cuenta las distintas historias sin tener que recurrir a vocabularios rebuscados como suelen hacerlo los escritores noveles en busca de impresionar con su repertorio lexical.

Contrario a eso, y consciente de que narrar no es un amasijo de palabras rebuscadas, el autor en cuestión a través de su narración le da visibilidad a su texto, y lo hace poniendo ante la mirada del lector a los personajes: con sus actos, con sus sentimientos, con sus pensamientos, con sus reflexiones. Esto sólo puede ser trabajado cuando se representa con las acciones de los personajes.

Esta es la forma que el autor tiene para crear unos implícitos pragmáticos narratológicos que sugieran las acciones que protagonizarán los personajes a lo largo del desarrollo de la obra en cuestión. Esas acciones hacen posible el entendimiento óptimo de los personajes porque es a través del análisis secuencial de las acciones que los personajes adquieren dimensiones que se contrastan con la realidad tanto virtual como real y esa posibilidad de análisis proporciona la condición necesaria que se requiere para entender en semántica a los personajes, específicamente aquellos que son conocidos a través de las acciones.

El conjunto de actos de la narrativa de Martín Paulino da como resultado una macroestructura semántica, o la intención final de la narración, es decir, con la secuencia de los actos, o acciones, que forman un acto compuesto dentro de la narrativa analizada, Paulino logra entramar un mundo ficcional incuestionable. Sucede que todas las acciones de los personajes específicamente del libro Cuaderno de serpientes, permiten identificar cuál fue la intención del autor con el conjunto de acciones efectuadas por los personajes.

El autor presenta las acciones de los distintos relatos del libro mencionado en líneas anteriores con el propósito de avanzar en la secuencia narratológica del texto y que el cúmulo de acciones se entrelacen, para al final, y sin necesidad de más explicación, se consiga lo que él se propuso antes de poner en marcha el conjunto de acciones desarrolladas por los personajes. Así, el final de cada uno de los cuentos de Cuaderno de serpiente, como se verá, es determinado por las acciones de los personajes, lo que le permite al narrador Paulino conseguir un final armónico con el macroacto de acciones creado a lo largo del conjunto de cuentos que orquestan al texto Cuaderno de serpientes.

Una evidencia de la sencillez narratológica del autor estudiado, y de su diafanidad y el uso de las acciones en busca de caracterizar a los personajes y conseguir con ello hilvanar una historia que se corresponda con los elementos indispensable de un cuento, lo constituye el siguiente párrafo extraído del cuento titulado Herminia. Veamos:

Emprendieron el camino hacia el destino trazado porque no podían retroceder. Si el camioncito y su chofer hubieran estado allí, con toda seguridad habrían regresado; pero ahora era tarde. Caminaban. El camino era largo y flaco, tapizado por el polvo ocre y con abundantes trozos de tierra endurecidos, como el alma del lugar. Emilio y Herminia iban silenciosos, mirando sin ver los árboles delgados, pequeños y espinosos, y sólidamente maquillados por el talco amarillo del camino.

Otro relato digno de ser mencionado es el que lleva por título La película ciega. Es un relato donde el mismo narrador es el que cuenta la película, pero lo interesante de esto es que el autor con su creatividad nos hace creer que realmente se está pasando una película en una televisión. Para eso da saltos narratológicos y acude al cambio de narradores sin que ni siquiera lo notemos    y que eso no afecte la condición armónica de la historia. En ocasiones nos está narrando una historia sobre unos niños que ven una película. Narra lo acontecido en la película, y además cuenta de manera paralela la historia como un todo, donde se incluye la historia de la película y la de los niños viéndola; convirtiendo de esa manera al narrador en el narrador del narratario.

Esta innovación de Martín Paulino permite plantear un rasgo conceptual respecto a un narrador que a parte de entonar con el mundo subyacente en los personajes es quien cuenta la realidad virtual del relato. Esto sería una especie de narrador que apunta hacia el control psicológico del mismo autor; lo presiona, lo controla y lo empuja hacia donde él quiera. Es una especie de narrador homodiegético donde el narrador está presente como personaje de la historia, además puede concebirse como un narrador de corte autodiegético ya que en el cuento que mencionamos el propio narrador se convierte en héroe de la historia.

Lo cierto es que Martín Paulino a lo largo de toda su narrativa utiliza diversos narradores, siendo el más recurrente el narrador testigo. En la mayoría de sus relatos se evidencia el uso de una primera persona neutral, donde el narrador adopta el punto de vista del protagonista que cuenta su historia en primera persona o en su defecto el narrador es un testigo de la acción que no participa en ella, y narra en primera persona los acontecimientos.

Otra forma de narrar de Martín Paulino presente en el libro Cuadernos de serpiente es utilizando la segunda persona narrativa. Para ello hace uso de la segunda persona, con lo que se produce un diálogo o monólogo del protagonista consigo mismo.  Es en el uso de este tipo de narrador donde como lectores percibimos que el narrador observa a los personajes y eso nos da la impresión de que este le da órdenes. Del mismo modo el escritor Paulino hace uso de un narrador en tercera persona, eso porque hay relatos en su texto que no clarifican a quién pertenece la voz que no es la del autor ni la de los personajes, es un narrador externo o una voz invitada en el discurso ficcional; es este caso del cuento. Sin embargo, uno de los narradores más utilizado por el autor es el narrador de la tercera persona omnisciente, aquí este narrador describe lo que los personajes sienten, ven y oyen y los hechos que no han sido presenciados por ningún personaje. Para comprobarlo basta con leerse los cuentos Ágata, Película ciega y Serpiente burocrática.

Lo cierto es que el manejo del lenguaje, las sutilezas de las palabras utilizadas a lo largo de la narrativa de Paulino demuestran que estamos tratando con un autor de depurada calidad poética, pero además con un escritor que conoce cuál es la función de la literatura y cómo debe escribirse. Como lector, no solo me quedé en lo que explícitamente está en la obra. Paulino nos permite como lectores desarrollar nuestras propias conclusiones, nos permite terminar ese espacio que siempre hay que rellenar en la literatura de calidad. Dentro de la narrativa de nuestro autor hay acciones que ameritan ser terminada a juicio del lector. Hay situaciones en las que el lector obligatoriamente debe ser parte de ese mundo ficcional que nuestro autor analizado crea.

La intención de un autor al escribir una obra, no es el único anclaje de sentido válido a partir del cual se puede interpretar un texto. En literatura se pueden encontrar otras fuentes de significado y relevancia. Puesto que el significado no está dado por el autor, este debe ser creado activamente por el lector a través de un proceso de análisis textual. Esto se da, como sabemos, por el carácter subjetivo de la obra literaria. Barthes (1987) habla en literatura de textos escribibles, que son en los que el lector se involucra tratando de terminar la idea inconclusa del autor y textos legibles que no dan espacio a la creatividad, a la imaginación, se trata de textos que lo dicen todo. En el caso del texto que analizamos ocurre todo lo contrario, porque el suspenso está diseñado dentro de cada una de las historias contadas para que el lector haga sus propias conjeturas y de ello llegue a conclusiones. Esto es uno de los tantos logros literarios que tiene la narrativa de Martín Paulino.

Otro aspecto a destacar sobre la narrativa de Martín Paulino, es el uso de las metáforas y su desbordante creatividad, así como el uso de imágenes poéticas y algunos aspectos simbólico en específico el de la serpiente. Para evidenciarlo me basaré en el cuento titulado La última velada por entender que este cuento permite trabajar en mayor o menor medida mi basamento. Hay que entender que la metáfora no es solamente un artilugio literario que florece en la mente de escritores geniales, sino que es muy frecuente en nuestro uso cotidiano de la lengua (Lakoff y Johnson, 1986 citado por Navarro Asencio y Villareal Gómez, 2014). En efecto, nuestro estado cognoscitivo nos permite establecer relaciones analógicas entre entes tangibles, fáticos y reales para que de ello surjan términos metafóricos que nos sirvan para designar realidades que se encuentran representadas en nuestro sistema cognitivo creado a raíz del vasto mundo experiencial que nos circunda.

La metáfora deberá ser entendida en y de acuerdo al contexto en que se produzca. Esto supone características como el tono, la persona que la enuncie, el lugar donde sea emitida, a quien sea expresada y otras tantas implicaciones que, en grado sumo, nos ayudarán a entender la metáfora en sus distintas manifestaciones. No es lo mismo que una mujer de la que un adolescente está enamorado le llame niño a que su madre le llame así. La misma expresión, puede ser acogida por el adolescente cuando viene de la madre desde su significado literal, pero al venir de la mujer que tutea, debido al aspecto metafórico el adolescente representará en la palabra “niño” un desvío semántico que metafóricamente puede traducirse a persona inmadura, imberbe y sin experiencias.

En el caso del cuento que escogí como modelo, para evidenciar la presencia de la metáfora, tenemos, por ejemplo, la siguiente metáfora, “un día en que mis bolsillos estaban en ayunas y la sed me quemaba el estómago.” En un contexto como el de esta narración, la palabra ayunas simboliza que quien tenga los bolsillos en ayunas está privado totalmente de la adquisición de dinero. Es una forma de dar a entender que hace tiempo que no se ve ni un centavo sin la necesidad de que sea dicho explícitamente; es esta condición la que hace grande a los narradores como Martín porque a través de esta distorsión de las frases se consigue que el lector se involucre en la trama y la consecución de la narración, logrando con ello crear niveles de compresión y análisis inferenciales en los lectores.

Paulino es un narrador que ha sabido valerse de las mejores imágenes recreadas en el recóndito rincón de su imaginación y de esa manera seleccionar los mejores retratos que brotan de su mente artística, por lo que logra con esto,  redescubrir una realidad alternativa que es lo que hace en su mundo narratológico, ofrecernos una solución, pero esta solución está enmascarada de un rejuego de  palabras que hermosean su obra, y que al mismo tiempo impiden que a los que no le fue dado el soplo de la sensibilidad; entiendan. Eso se explica por las revelaciones de verdades ficcionales que brotan de sus creaciones entrañables. Nuestro autor crea mundos opcionales, ausculta en la nostalgia sus experiencias vivenciales para salir con la gestación de unos relatos que desenmascaran y desdibujan la realidad social que lo circunda.

Otra condición a destacar de Martín Paulino es la creatividad que muestra en su narrativa, en lo específico en el cuento nombrado La última velada. Donde para la consecución lineal del cuento el autor se vale de un narrador anfitrión, un narrador primero, un narrador segundo, un narrador tercero, un narrador cuatro; un quinto, un sexto y un último y séptimo narrador. Lo que me parece a mí muy creativo porque sucede que los propios narradores son personajes y no solo eso, sino que confunden y controlan al propio autor; suscitando con ello una conversación entre los narradores del cuento, el autor y claro con el propio lector que termina siendo parte, incluso de los mismos personajes debido al proceso de reescritura de lo leído que se va dando en nuestra imaginación.

Para comprobar lo dicho, citaré el siguiente párrafo correspondiente al cuento tomado de modelo para el presente análisis. Veamos:

Sí, señor escritor, yo era el octavo narrador y aquella casa era la mía. No sé si mis amigos faltaron al compromiso. Yo lo he violado hoy, sin la esperanza de que usted me crea, y exponiéndome a que esta noche se aparezca de nuevo la serpiente y vuelva a destruir mi casa.

Sucede que (Csikszentmihalyi, 1998 citado por Ramírez, 2002) sostiene que la creatividad es el resultado de la interacción de un sistema compuesto por tres partes principales. La primera es el campo, que consiste en una serie de reglas y procedimientos simbólicos, que está ubicado dentro de lo que llamamos cultura; por ejemplo, las matemáticas son un campo. La segunda parte principal es el ámbito, que comprende a todos los individuos que actúan como guardianes de las puertas que dan acceso al campo, decidiendo si una idea o producto nuevos deben incluirse en el campo; por ejemplo, en las artes visuales el ámbito lo constituyen los profesores de arte, los directores de museos, los coleccionistas de arte, críticos y administradores de fundaciones y organismos estatales que se ocupan de las citadas artes, todos los cuales deciden qué nuevas obras de arte merecen ser reconocidas. Y finalmente, la tercera parte del sistema creativo es la persona individual.

Esto quiere significar que la creatividad es tanto de carácter individual como colectiva. Es de corte individual porque es una cualidad de una idea, acción o producto nuevos efectuados por una mente individual. Es algo colectivo parafraseando a Ramírez (2002) porque esa idea, acción o productos nuevos son reconocidos socialmente e incluidos así en un área del saber específica en este caso en el campo de las técnicas narratológicas del cuento.

La temática de la creatividad me permite pasar a abordar el tema del símbolo de la serpiente en todos los cuentos de Martín Paulino. Así, a consideración de Fernández s/f.
Aprendemos que, en la antigüedad, la serpiente fue símbolo de: Sabiduría, de la perfección y dinamismo de lo Real; representó también la regeneración psíquica y la inmortalidad. Es la imagen del alma que reencarna y se “reviste de nueva piel”. Se refiere también al primer rayo de luz emanado del Divino Misterio. Es símbolo de eternidad, de aquello que sin interrupción se gesta a sí mismo. La serpiente es símbolo del sol espiritual (el sol central de las tradiciones ocultistas) y de su “cuerpo”, el sol visible; símbolo, por lo tanto, del Logos Creador como de la Inteligencia deslizándose en la eternidad. Es símbolo de la gran Vida-Una, el Jiva-Prana de los hindúes, y su movimiento, que llama a los mundos a la existencia. Pero también de la muerte y de la guía que acompaña a los difuntos en el reino invisible. Se refiere a los sabios, a los siempre-vivos, pero también a las almas desencarnadas. La serpiente es símbolo de la energía sexual, la de los cuerpos tratando de perpetuar sus formas, y la de las almas tratando de perpetuarse en sus inmarcesibles esencias. Es el símbolo de la Tierra, de sus energías y de sus potencialidades, la “madre de todo cuanto se mueve” de los textos sagrados hindúes.

Todas estas acotaciones del símbolo serpiente nos aclaran la presencia atenuante del término serpiente en todo el entramado de los cuentos de Martín Paulino. Las historias que confluyen en Cuadernos de serpiente nos hablan de lo eterno, de la traición, de la sabiduría, de lo trascendente y de lo espiritual. De ahí que estemos frente a un texto que simboliza una danza de serpientes encarnada en cada una de las peculiaridades narrativas del texto Cuadernos de serpientes.

Por último, no puedo dejar de tratar el tema de la contextualización empleada en la narrativa de Paulino. En el cuento Serpiente burocrática, se da la historia del típico hombre que vive en los billares y los bares tomando cervezas a diario y tiene una mujer que le ha aguantado todo porque lo ama hasta que un día se conseguí un “viajante “que la mantiene y deja al hombre que la ha hecho sufrir tanto. En esos vuelcos a escondidas de su nueva pareja sale con su ex, incluso los implícitos narratológicos del cuento permiten inferir que la mujer está embarazada de su ex. Ocurre esa situación, lo que motiva a la mujer a volver a creer en su ex y le entrega el dinero de ir a legalizar los papeles para lo de su viaje a Estados Unidos; dinero que el ex termina bebiéndoselo de cervezas. Donde veo el aspecto del contexto en este cuento es en la parte final. Veamos:

Y se fue ¿No te parece un cuento, eh? Pero ¡suban la música y traigan otra cerveza que si estos pesitos no llegaron a tiempo para retener una mujer, bien oportuno me han caído para intentar olvidarla…!
Serpiente venenosa
Tu veneno no puede vencerme…

Ocurre que la palabra contexto, nos remite a pensar, y ver el concepto de contexto como aquello que nos circunda, tanto de manera material como abstracto. De modo, que las cosas siempre estarán influidas por el contexto. Desde luego, el contexto nos permitirá interpretar las cosas y entenderlas de manera contextualizada. Eso debido a que el contexto, está conformado por situaciones, cosas, fenómenos, y circunstancias que suelen relacionarse para darle una explicación específica a una situación determinada.

En este caso, si no conocemos la bachata, y en especifico la bachata titulada Serpiente venenosa de Elvis Martínez, no lograremos entender el final del cuento y lo que simboliza la expresión serpiente venenosa en el cuento del autor Martín Paulino. Veamos las letras de la canción completa,

¡Solo yo puedo quererte Ay! Una fiera como tú
sólo puede aguantarla un hombre como yo
Solo yo puedo dominarte, Sí! Porque conozco muy bien
cuál es tu debilidad en la cama.

¡Tú has tenido miles amores, Ay! Pero ninguno ha podido
Apagar ese volcán que llevas por dentro.

Serpiente venenosa, tu veneno no puede vencerme
A veces lo has intentado, envenenarme, pero no puedes
Serpiente venenosa, tu veneno no puede vencerme.

El amor que sientes por mí, no te deja lastimarme
Te hice sentir una mujer, amada, en la cama
Y ahora tú, me estás buscando, estás diciendo
Que solo yo fui capaz, de descubrir la sensación
Que había en tu cuerpo, de sentirte mujer.

Ya no tiene veneno, la serpiente que conocí
Lo que le hacía falta, era un hombre responsable
Que le diera mucho amor, por las noches y en las mañanas.

Serpiente venenosa, tu veneno no puede vencerme
A veces lo has intentado, envenenarme, pero no puedes
Serpiente venenosa, tu veneno no puede vencerme.


Obsérvese que en este contexto el significante responsable, no hace alusión a la responsabilidad que el hombre en cuanto a gasto del hogar debe asumir. Contrario a esto, hombre responsable en este contexto se redobla en una connotación semántica que se corresponde con la responsabilidad de satisfacer sexualmente a la mujer. Préstese atención en la parte de la bachata que dice “Lo que le hacía falta, era un hombre responsable que le diera mucho amor, por las noches y en las mañanas.” Esto deja claro que la responsabilidad está relacionada con el sexo, pero también puede ser entendida como que el hombre era bien dotado o de pene enorme; lo que enloquecía a la mujer. Lo cierto es que, si se maneja el contexto de esta canción puede darse uno cuenta que todo lo que es descripto en esta bachata ocurre en el cuento.

De manera, que el contexto influirá mayormente en el aspecto discursivo, será él quien decida los espacios, los momentos y las circunstancias de los discursos, porque es en él donde subyacen las condiciones que hacen posible el nacimiento de las ideologías, de los discursos en todo el sentido de la palabra, y, además, este será entendido y aceptado de acuerdo al contexto en que se emita.

Esto quiere significar, que el contexto es lo que permite mediante los enunciados empleados en las conversaciones o cualquier otro tipo de texto conocer las intenciones que tiene el enunciador para con el enunciatario al expresar un determinado enunciado. En palabras de Van Dijk (2000), esos enunciados gracias a la situación comunicativa de corte pragmático permiten identificar los actos de habla que descansan indirectamente en las expresiones de un texto.

En este caso, debemos entender los enunciados como el texto, y los actos de habla que se desprenden de ellos, como el contexto, ya que, en cada uno de los enunciados expresados, se encontrará una situación comunicacional que se presta a ser analizada desde el punto de vista contextual, o como le llamamos arriba; desde el punto de vista de la intención del autor del enunciado o el texto. Esa intención, como vimos, recibe el nombre de actos de habla. Esas intenciones ocultas en los enunciados, es la pragmática quien se encarga de estudiarlas desde el ámbito del contexto.

En conclusión, como pudo verse la narrativa de Martín Paulino es portadora de un mundo de posibilidades analíticas que permiten sostener que estamos frente a unos de los mayores representantes del género cuento tanto a nivel regional como nacional.





Referencia bibliográfica

Barthes, Roland, 1987, La muerte del autor, en El susurro del lenguaje. Más allá de la palabra y de la escritura. Barcelona: Editorial Paidós.
Fernandez s/f. La serpiente: un símbolo universal, recuperado de  https://www.revistaesfinge.com/culturas/mitologia/item/867-la-serpiente-un-s%C3%ADmbolo-universal.

Navarro Atencio y Villareal Gómez. 2014. La conceptualización metafórica de la vida y de la muerte.  Análisis cognitivo de epitafios en los cementerios de Cartagena. (Tesis de grado) Universidad de Cartagena de Indias D.T. y C.

Ramírez A.  ( 2002), Creatividad, cerebro y música, Universidad de Valladolid y Universidad Abierta Interamericana, Buenos Aires,). Recuperado de  http://webpersonal.uma.es/~FREIRE/Hipervc/Creatividad.htm.

Van Dijk, Teun A. 2000. El discurso como interacción social. Barcelona, España: Editorial Gedisa.